Bienvenid@s a Flautiviris

Creado para tod@s mis alumn@s y dedicado a todo el mundo.
Aquí encontrarás noticias, links interesantes, poesías, cuentos, fotos... y un cajón de sastre desastroso sobre mi y mi micromundo.Hoy domingo, día ocioso por antonomasia, inicio un diario digital por mero entretenimiento. Supongo que aquí os iré contando un poco de todo. Tal vez cuelgue información interesante, o simplemente tonterías y curiosidades cotididanas. ¿Quién sabe? En una mente imprevisible caben tantas posibilidades de fantasear con lo absurdo y analizar realidades paralelas, que es imposible calcular una aproximación al resultado del argumento. Así que bienvenidos al mundo de mis devaneos, demagogias, hipertrofias neuronales y demás verborrea vana y banal.

Un loro, un moro, un mico
y un señor de Puerto Rico

Un señor de Puerto Rico,
colgó en su balcón un loro
de rica pluma y buen pico,
un loro que era un tesoro
y a su amo costó un pico.
Un vecino suyo, moro,
de Tetuán, recibió un mico
y a este mico, lo ató el moro
en su balcón, ante el loro
que así quedo frente al mico.

Tanto y tanto charla el loro,
que un día se enfada el mico
y con la furia de un toro,
lo embiste; se esconde el loro,
rompe la cadena el mico,
salta a la jaula del loro,
sale el loro, pica al mico,
chilla el mico, grita el loro...
se asoman al ruido el moro,
y el señor de Puerto Rico. -Porque no encierra a su loro?
-Porque no ata bien su mico?
- exclaman los dos a coro
y uno le echa mano al loro
y el otro tira del mico.
Cae el mico sobre el loro,
el loro le clava el pico,
los dientes rechina el mico...
y, asustado, muerde al moro
y al señor de Puerto Rico.

Este reniega del loro,
y jura matar al mico,
mientras furibundo, el moro,
provoca al amo del loro,
y embiste al loro y al mico.
Hacia arriba vuela el loro,
se escurre hacia abajo el mico
y, faltándole al decoro,
caen, trabados en lucha, el moro
y el señor de Puerto Rico... - ¡Ay! moro si pierdo al loro!
exclama el de Puerto Rico
y airado, replica el moro:
- Pagará caro tu loro,
cristiano, si pierdo al mico!!
Los imita arriba el loro,
muecas, hace abajo el mico,
y no se sabe si el moro,
es quien habla, o si es el loro,
o el señor de Puerto Rico.

Crece el trajín: vuela el loro
y va a caer sobre el mico...
Furioso el de Puerto Rico
viendo en peligro su loro,
quiere ahora matar al mico.
Le da un empujón al moro,
le dispara un tiro al mico,
yerra el tiro y mata al loro,
se desmaya. Ríe el moro
y corre en busca del mico... Risueño regresa el moro,
con el loro y con el mico,
ríe el de Puerto Rico,
le envía, muerto, al loro
y una carta con el mico.
Dice: "seis onzas de oro
por atentar contra el mico,
a un infiel, reclama un moro,
guarde disecado al loro;
pero págueme ese pico..." Viendo esto, el amo del loro,
se lanza furioso al mico;
mata al mico, mata al moro...
muertos moro, mico y loro
Se embarca...
Y a Puerto Rico!!!


flautiviris

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martes, 9 de diciembre de 2008

EL MAGICO MUNDO DE FLAUTIVIRIS
Flautiviris inició su camino de regreso a palacio, rodeada de música, árboles, animalillos...Nada más cruzar el paso levadizo del castillo oyó como su padre, el gran Violín I, gritaba su nombre desde la torre: -¡Flautiviris! Flautiviris! ¡Llegas tarde a tu ensayo!. Y de pronto, las piernas lentas de tortuga que saborea cada paso, se convirtieron en las ágiles patas de una gacela. Cruzó el patio de la fortaleza como un relámpago, empujando y tropezando con todo aquello que se interponía en su camino. Era jueves y todos estaban en el gran mercado semanal. Puestos hechos con varas de madera que sujetaban una tela colorida a modo de techo. Había frutas, huevos, carnes, lecheras que se mezclaban con los curtidos, el mimbre, las telas y demás bagatelas.
Cuando Flautiviris llegó al palacio, su vestido rojo se había convertido en un lienzo multicolor de manchas de barro, salpicaduras de aquella tinaja con la que tropezó y jirones de lana en las mangas de su chaqueta, que caprichosa, fue a engancharse en una de aquellas nasas gigantes de la cestera.
El Gran Violín I vio entrar a su hija y quiso montar en cólera por la impuntualidad y por el lamentable estado en que llegaba.No obstante, un rey siempre ha de ser comedido en sus reacciones, justo en sus decisiones y firme en su mandato. El enfado era evidente. Así que ordenó a Flautiviris cambiarse de ropa y asearse para comenzar su ensayo con Cristóforus Pianis.

Yolanda Alba Rodríguez.

1 comentario:

Crucita dijo...

Asì me gusta!!!, no se puede decir que faltas de imaginaciòn. manana, màs?